La aventura también se vive en bici
Una pedaleada que tiene de todo. Siete kilómetros para disfrutar de la parroquia rural más grande de Quito.
Salimos de la casa base con la ilusión de conocer los encantos de Lloa. La jornada nos invitaba a la aventura: no hacía frío ni el sol pegaba fuerte. Tomando en cuenta los 3100 msnm en los que se ubica el centro poblado de la parroquia rural, podría decirse que estaba abrigada la mañana.
El equipo de Pueblito Mío, guió a cerca de 20 ciclistas por una ruta de intensidad media de más de siete kilómetros rodeada de naturaleza.
El camino tiene de todo. Inicia en adoquín -por cerca de un kilómetro- luego viene un poco de piedra suelta, tierra y al final, algo de lodo.
La salida es fresca, no demanda mayor esfuerzo. Luego un pequeño descenso y empieza el reto. Un acceso de cerca de un kilómetro rumbo al Guagua Pichincha. Luego tomamos a vía hacia San José, en ella la dificultad es mayor: existe un descenso que implica algo de pericia y valor y un ascenso que pondrá en evidencia la resistencia de cada aventurero.
Al llegar al barrio, se recorre sus calles adoquinadas, se hace un pare en el parque y, si el tiempo lo permite, se puede visitar la procesadora de quesos o el invernadero.
Siguiendo el camino, tomamos rumbo a Urauco. El recorrido va por lo alto de la cantera, tiene un descenso emocionante hasta llegar al sector de El Molino. Ahí recomendamos tomar aire y compartir las emociones y miedos que provocó la bajada.
De vuelta a la bici viene un acceso, no tan pronunciado, pero se extiende por cerca de dos kilómetros, hasta llegar a pocos metros del segundo barrio. Nuevamente una parada, hacer una que otra foto y de regreso a la aventura.
De ese punto hasta el centro de operaciones, hay unos 20 minutos. Todo es descenso hasta unirnos con la vía a Palmira. Eso sí, aunque es bajada no hay que confiarse: existe un declive pronunciado y en el trayecto final, antes de la carretera lastrada, hay lodo, son unos 200 metros que demandan concentración; es la cereza del pastel de la ruta de aventura.
Al final, en menos de cinco minutos por una vía lastrada en buen estado, se llega al centro de operaciones de Pueblito mío, donde nos espera una zona amiga de ciclista: contamos con parqueadero para bicis, hidratación y herramientas en caso se requiera. Además, previa reserva, se podrá contar con alimentación y otros servicios como transporte o visita al complejo de Siete Cascadas de Palmira, ya depende del estado físico de los aventureros.
La cicloruta que proponemos en Pueblito Mío recorre los barrios San José y Urauco y llega hasta Chilcapamba, donde podrán descansar, alimentarse y compartir experiencia entre buenos amigos.