Zuleta un tesoro escondido

La Hacienda Zuleta data aproximadamente de 1713; sus paredes y sitios históricos cuentan la historia de la zona que fue poblada por el pueblo Caranqui.

Saliendo de Cayambe por la Panamericana Norte, camino hacia Otavalo, a pocos kilómetros de haber dejado la ciudad, un letrero llama la atención. Una flecha invita a hacer un giro a la derecha para visitar Zuleta.

Atravesando calles adoquinadas y empedradas, se va dejando atrás la cabecera cantonal, pasando por las comunidades de Ayora, Cariacu, Olmedo en un recorrido de aproximadamente 27 kilómetros. 

Poco a poco, las casas van dejando paso a una naturaleza menos afectada por la mano humana, los campos reverdecen, se divisa al fondo al Taita Imbabura, hermoso volcán que se erige a 4.621 msnm, cuyo cráter tiene un diámetro de 16 km; alrededor de él, una serie de montañas matizadas de colores, desde el dorado hasta el verde intenso de una vegetación andina, cobijadas por un cielo que normalmente se presenta despejado. El sol y el viento que caracteriza a las zonas altas de la provincia de Imbabura producen un clima agradable, con un promedio de temperatura entre 18 y 21 grados centígrados. 

Zuleta y sus bordados

La sensación de un pueblo tranquilo y sosegado es inmediata.

Luego de unos 30 minutos del camino, se divisan casas, la mayoría de ellas de un piso, pintadas de colores vivos. Parecería que la vida está al interior de esas viviendas. Solo falta recorrer sus calles para descubrir que en medio de toda esa tranquilidad existe una comunidad llena de color y alegría, como sus famosos bordados que encierran todo el arte de culturas milenarias y que han sobrevivido a todas las adversidades posibles.

El pueblo Caranqui -y sus tierras- soportaron la conquista Inca, luego la española. La hacienda Zuleta, fue propiedad de expresidentes en la época republicana, ahora su gente hace historia a través de un proceso vigoroso de emprendimientos comunitarios relacionados con el turismo interno y externo, a través de hospedajes en las casas de la comunidad.

La hacienda Zuleta queda a unas dos horas desde el centro norte de Quito