En Cevallos, la Estación del Tren está abierta

El cantón más pequeño del Ecuador nació con la presencia del tren en los años 20 del siglo pasado. Como parroquia de Ambato, inicia por 1892.

Por: Maribel Sulca | Pueblito mío

Si bien, la esperanza es lo último que se pierde, dolió saber que se cerraba la Empresa de Ferrocarriles. Ahora son miles de habitantes de distintas parroquias y cantones quienes sueñan con volver a escuchar el silbato del tren rompiendo el silencio de los Andes.

En Cevallos, población ubicada a menos de 20 kilómetros de Ambato, aún funciona la Estación del Tren. Atiende de 10:00 a 17:00 en las calles España y Oriente; al parecer, es la única que aún mantiene abiertas sus puertas.

Cuando recorran el cantón, podrán visitarla. Allí encontrarán un salón lleno de historia: fotografías y artículos patrimoniales. Además de un vagón museo con los objetos que se utilizaban en antaño para la elaboración de calzado. También hay servicio de cafetería donde podrán degustar algunas delicias de la gastronomía local.

Desde el centro norte de Quito, hasta Cevallos, el trayecto demora algo más de 2:30 horas.

Algo de historia

El trayecto del tren pasaba por Huachi, Cevallos, Pachanlica, y se tenía planificado ir por Benítez; pero la comunidad de los Salasacas no permitió el paso de nadie por su territorio. Es entonces que Cevallos se convirtió en la mejor alternativa para ser el centro de intercambio y comercio entre las poblaciones de la Sierra y Amazonia; algo que ya ocurría desde la época prehispánica.

Para los cevallenses el ferrocarril no solo fue un medio de transporte, sino el soporte vital de la economía. Gran parte de la cultura del cantón se modificó con el paso del tren y abrió una enorme posibilidad para el desarrollo de su producción, hasta convertirla en la población con mayor proyección del centro del país.