Pueblito Mío

Revista digital de aventura, turismo y ambiente

Caminantes

Alluriquín, entrada a la costa ecuatoriana

Alluriquín es conocido como la parroquia más dulce del país. Es famosa por la elaboración de golosinas con base en la caña de azúcar y derivados lácteos. 

Alluriquín
Los dulces derivados de la caña de azúcar de Alluriquín son reconocidos por su buen sabor | Foto: RGC

Recorrer la vía Alóag – Santo Domingo nos llena de mucha nostalgia. Recuerdos van y vienen de aquellas épocas donde el tiempo parecía correr más lento.

Hace unos 35 años, cuando íbamos de paseo desde Quito hacia las playas, era obligado pasar por Alluriquín. En ese entonces era un caserío de no más de 20 edificaciones levantadas junto a la vía. Ahora, el asfaltado es un poco más amplio y se estima que en la parroquia habitan unas 19 mil personas.

Sus casas siempre estaban llenas de golosinas: melcochas, caramelos, nogadas, dulce de guayaba, maní enconfitado… En estos días, de igual manera, decenas de comerciantes promocionan sus deliciosos productos.

Gabriela, una vida de dulce sabor

Alluriquín
En un buen día, la venta de dulces genera alrededor de 100 dólares | Foto: RGC

Una de las personas que endulzan la vida de miles de viajantes es Gabriela Tapia, quien cada tres días se hace cargo de uno de los locales más grandes apostados en las riberas de la carretera, que inició a construirse antes de mitad del siglo pasado.

“Tenemos variedad de dulces y golosinas, además vendemos aguas, colas y otras bebidas embotelladas”, comenta la señora que labora desde las 07:00 hasta las 23:00. En un día de buena venta puede comercializar algo más de cien dólares; pero en “estos tiempos -de pandemia-, a veces no llegamos ni a los 50 dólares”.

En el local se la ve sentada en una banca plástica. Está a la espera de los clientes. Cuando llegan, con buen ánimo y el típico ¿qué va a llevar? los motiva a la compra. “Las melcochas están fresquitas, recién hechas; también tenemos dulces de guayaba…” promociona sus productos.

Gabriela es empleada y recibe 200 dólares mensuales trabajando uno de cada tres días, alrededor de 15 horas seguidas, su historia se repite en más de una docena de los comercios que atienden regularmente.

Carlos Calahorrano es uno de los clientes. Él compra de ida y vuelta. A la bajada, para ir golosineando en el viaje; al regreso, para llevar a la familia y amigos.

Entre ida y vuelta, incluidos los presentes del viaje, su inversión en dulces no supera los 15 dólares. “Es que con un paquete de melcochas de un dólar comemos los cuatro que viajamos y hasta sobra. Tampoco hay que abusar, con los años hay que cuidar que el azúcar no suba en la sangre”, enfatiza el comerciante de 48 años de edad.

Esta parroquia además cuenta con atractivos naturales, se conoce que en la zona hay nueves cascadas; en una próxima entrega te lo contaremos.

Una parroquia de paso a la costa

Alluriquín comenzó a poblarse por la década de los 30. Luego, en 1970 fue reconocida como parroquia, actualmente pertenece a la zona rural de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Es obligado paso para quienes viajan desde las provincias de la Sierra Centro hacia la Costa. Se estima que unos dos millones de automotores circulan al año por esta vía.

Cuenta con varios atractivos naturales gracias a que el río Damas pasa por medio de la parroquia. Su población es joven, de acuerdo al último censo, la edad promedio es de 28 años.

Sus principales actividades productivas son agropecuarias, hay varias fábricas de quesos y yogurt y una molienda.

Deja un comentario