Aprendizajes y nuevas experiencias
Las visitas técnicas, a más de evidenciar los procesos productivos y sociales, son una oportunidad para fomentar el turismo.
Hace unos días atrás, acompañamos a los estudiantes de la carrera de Procesamiento de Alimentos del Instituto Superior Tecnológico Ecuatoriano de Productividad (ITSEP) en su visita por Lloa.
Venían a adquirir conocimientos sobre la elaboración de quesos. También aprovecharon para asistir al taller de patrimonio agroalimentario Sabores con Sentidos, organizado por el Instituto Metropolitano de Patrimonio, que se desarrolló en la Casa Somos de Lloa, la parroquia rural más grande de Quito.
Además, deleitaron su paladar con un refrigerio andino tradicional en la zona, choclos con queso, servido en El Fogón de Mamá Enmita y un contundente almuerzo en La Cueva del Oso.
Entre las actividades programadas, se incluyó la visita a Chirinchos, una hermosa cascada ubicada a unos tres kilómetros y medio del parque central de la única parroquia rural de la capital ubicada al suroccidente de la urbe.
El sendero del complejo turístico permite a los visitantes envolverse de verde y, a los más arriesgados, recargar las energías con la fuerza del agua que emana del Guagua Pichincha.
Para el coordinador de la carrera de Procesamiento de Alimentos del ITSEP, Fernando Buitrón, fue una jornada muy enriquecedora donde además de evidenciar la calidad de quesos que se producen, «pudimos disfrutar la belleza del entorno natural».
Los estudiantes estuvieron acompañados también por profesores de las carreras de: Gastronomía, Administración y Marketing, quienes levantaron información sobre el potencial del pueblito, cuyo centro poblado está asentado a 3100 msnm.
Salidas académicas
Está comprobado que una salida pedagógica es mucho más enriquecedora para los estudiantes que las clases dictadas en las aulas. También, que aprender de los que saben y ya cuentan con experiencia, es más útil; además, aprender haciendo, tiene mayor valía.
En ese contexto, Lloa, que es una parroquia cercana a la urbe (apenas a 12 kilómetros de la Avenida Mariscal Sucre), se convierte en un sitio perfecto para desarrollar las salidas pedagógicas, visitas técnicas y actividades recreativas que mejoren el ambiente académico grupal.
Complejos turísticos y productivos con amplios espacios verdes, grandes salones donde se pueden compartir charlas, aulas de clase, acceso a internet, senderos de aventura y personal capacitado, son parte de las ventajas competitivas que ofrece el pueblito.
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