Las fuentes de agua necesitan cuidado

Las reservas de agua en el mundo son limitadas; sin embargo, aún no entendemos la importancia de preservar este preciado recurso.

El que esté libre de culpa, que lance la primera piedra… ¿Quién no ha desperdiciado agua? Al jugar, dejar el grifo abierto, lavar el carro, manguerear el patio o la vereda, ducharse… Ejemplos del desperdicio de agua en el día a día hay por decenas.

Como nacimos en un lugar que -de una u otra manera- tiene recursos hídricos que están a la vista (ríos, lagos, lagunas, ojos de agua, nevados) pensamos que hay de sobra. Esa idea errada nos lleva a ser el país que gasta más agua en Sudamérica: un 40% sobre el promedio del resto de la región.

Pocos conocen que en nuestro mismo territorio hay zonas que sufren fuertes sequías: Manabí, El Oro, Loja, Guayas, Santa Elena e incluso, Los Ríos, irónicamente. Sin embargo, al no vivir esa realidad, no la tomamos en cuenta y vemos sin reparos como se desperdicia y se contaminan las fuentes de agua.

De acuerdo a la ex Secretaría Nacional del Agua (Senagua, que ahora es parte del Ministerio del Ambiente y Agua), los habitantes de Los Ríos, Napo, Tungurahua, Imbabura y Zamora consumen más de 300 litros diarios. ¡Un locura!

A nivel nacional, el promedio diario que consume cada habitante bordea los 250 litros; una realidad que supera con creces la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que sugiere entre 20 y 50 litros al día para beber y la higiene personal.

En Ecuador existen alrededor de 20 reservas de agua dulce. Una de las más importantes, por abastecer a Quito, capital del país, es La Mica, ubicada en la Reserva Ecológica Antisana.

La pérdida de recursos hídricos en el Ecuador es alarmante.