El turismo cultural seduce

Cuando hablamos de turismo, nuestra mente nos lleva a lugares paradisíacos con sol y playa o que permitan distracción, descanso y un cambio de ambiente. Muy pocas veces se piensa en viajes para ir a un concierto, festivales de arte o música, mucho menos en ir a un museo.

Sin embargo, el turismo cultural mueve millones de recursos al año. Por ejemplo, entre los principales destinos está recorrer el Louvre (París), este museo expone más de 450 mil obras; o ir a un concierto o el festival de la cerveza en Alemania, también está visitar las ruinas de Grecia y Roma o las pirámides de Egipto y la Gran Muralla China.

Nuevas oportunidades

Bajo esta necesidad de los viajeros, Ecuador tiene grandes atractivos por explotar. Ruinas arqueológicas, museos de sitio, complejos arquitectónicos de la época colonial, museos y casas de exposiciones; además de importantes festivales de arte como el de Loja y grandes centros y ferias artesanales.

De acuerdo a la Organización Mundial del Trabajo, el turismo cultural representa el 37% del movimiento de este sector; es decir, es uno de los más rentables. Su motivación es simple: conocer.

¿Quién no quiere conocer algo nuevo? Te imaginas al final del próximo feriado llegar a tu oficina o lugar de estudio y contar sobre lo interesante que fue el Museo de Tulipe o las Ruinas de Ingapirca, en Cañar; o la casa de los marqueses de Miraflores, en Cotopaxi; o simplemente que te fuiste a dar un paseo por las ferias de Imbabura: Otavalo, Cotacachi y Atuntaqui.

También puedes darte una vuelta por Zaruma o conocer el Centro Cultural en Guayaquil o el sitio arqueológico de la parroquia Julcuy, en Jipijapa (sur de Manabí). Como puedes ver, el turismo cultural seguramente te cautivará y te permitirá conocer más del Ecuador y su gente.