Ruta Chiriboga, 80 kilómetros de aventura
Para recorrer la antigua vía a Santo Domingo, se puede partir desde Chillogallo o desde Lloa, dos sectores del sur de Quito.
Hay ocasiones en las que uno desea alejarse de todo, que -sin dirección planificada- cae tentado ante el anhelo de aventura, dejándose llevar por la ruta. En mi caso, prefiero las de segundo o tercer orden, las que casi no tienen tráfico, las que me permiten respirar naturaleza, las que prevén aventura y me llenan de aprendizajes.
En la última escapada, tome ruta por la antigua vía a Santo Domingo. Subí por La Tablera, saliendo desde Lloa, la parroquia rural más grande de Quito, ubicada a menos de 20 minutos de la Mariscal Sucre, al sur de la ciudad.
Era un día que permitía disfrutar de la paisajística montañosa. Los distintos matices de verde hicieron que la aventura valga la pena.
Ya en lo alto, después de unos 45 minutos a no más de 30 kilómetros por hora por un camino de tierra bien mantenido, en su gran mayoría, llegué a un mirador de la capital. El mapa me dijo que estaba en la parte alta de Chillogallo, a pocos metros de San Juan, un caserío de no más de 20 construcciones.
La aventura continúa
Seguí el viaje, pasando San Juan, inició el descenso hacia la Costa. Un camino estrecho envuelto de naturaleza donde hay hermosas cascadas, ríos y más caseríos llenos de gente amable, de esas que saludan a todos quienes pasan por ahí y están prestas a dar una mano o brindar indicaciones.
Por unas cinco ocasiones bajé del auto para tomar fotografías y conversar con los habitantes de la otrora vía principal que une a la Sierra con La Costa. Una carretera de algo más de 80 kilómetros por la que se fusionaba al país, que hacía posible el comercio e intercambio de cultura.
Ahora, sus caseríos se resisten a morir y apelan al turismo rural y turismo de naturaleza para subsistir.
En la bajada desde San Juan hasta Alluriquín, específicamente en el sector de Las Palmas, encontré unos tres complejos de pesca deportiva, varias piscinas, ríos, cascadas, unos pocos lodge y la Reserva del Río Guajalillo, de iniciativa privada, donde se protege alrededor de mil hectáreas de bosque que se ubican entre los 1.800 y 2.200 msnm.
La ruta siguió hasta llegar a la Alóag – Santo Domingo, la que tomé para llegar a Alluriquín. Historia que te contaré en una próxima entrega.
Al descubrir este cúmulo de maravillas, aunque suene trillado o lugar común, vale decir que no importa el destino, sino el camino recorrido para llegar a él. El camino es el que nos llena de historias, que al fin y al cabo es de lo que estamos construidos.
Datos
- La construcción de la ruta a Chiriboga inició en 1919. En estos días es poco transitada.
- La mayoría de familias que viven en la zona, se dedican a la agricultura, ganadería y actualmente están dando un giro hacia el turismo comunitario y de naturaleza.
- Por gran parte de la ruta se puede observar el oleoducto transecuatoriano. Incluso hay varios campamentos para su cuidado y mantenimiento.