El turista busca rutas cercanas, bioseguras y vivenciales

La pandemia cortó las alas de decenas de miles de personas que anualmente se desplazaban por el mundo. Sin embargo, abrió nuevas opciones para quienes aman turistear.

En estos últimos 12 meses han pasado situaciones que se creían imposibles. El covid-19 llevó a la humanidad a una nueva normalidad y, con ella, llegaron otras tendencias de consumo de bienes y servicios. El interés en cuanto a los viajes de placer, se volcó a lo cercano, bioseguro y vivencial.

Ahora el turismo natural, de aventura, de cercanía o comunitario, está ganando terreno. Las personas buscan vivir nuevas experiencias y disfrutar de la paz que brindan los espacios naturales.

Una oportunidad para que Ecuador emprenda camino hacia el fortalecimiento de la actividad turística, empezando por el mercado interno.

Actualmente, el crecimiento del turismo en las parroquias rurales es evidente; si bien no existen datos oficiales, se estima que el aumento bordea el 60% con respecto a 2019. También se registra un incremento en el turismo natural; los Parque Nacionales, por ejemplo, están con aforos completos. Otro de los sectores beneficiados es el que ofrece deportes extremos como parapente, rapel, rafting, entre otros.

De acuerdo con la finalidad del viaje, se han descrito más de 60 tipos de turismo.

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Para afrontar este reto, los gobiernos autónomos descentralizados en el Ecuador ayudan a los emprendedores turísticos con capacitaciones permanentes, implementación de protocolos de bioseguridad, promoción de sus atractivos turísticos y levantamiento de información para conocer la realidad y propuesta turística existente. El trabajo, pese a que recién inicia, ha dado pasos gigantescos.

Ahora bien, para que el sector turístico pueda beneficiarse de estas nuevas tendencias, es necesario satisfacer las necesidades y expectativas de los turistas, cumplir lo ofrecido, mantener una comunicación permanente, esto incluye un trato personalizado y brindar una percepción de bioseguridad.